Cuando ocurre un evento en tu alarma —un sensor que se activa, una puerta que se abre, una batería baja— la central necesita enviar esa información al monitoreo lo más rápido posible. Para que eso funcione correctamente, las alarmas utilizan diferentes tecnologías de comunicación.
Muchas alarmas modernas se conectan al Wi-Fi del hogar o comercio. Es una vía rápida y estable, ideal para enviar:
La única desventaja es que depende del router. Si se corta la luz o el servicio, la alarma necesita otra vía alternativa.
La central puede incluir un módulo celular similar al de un teléfono móvil. Esto permite que el sistema envíe señales incluso si el Wi-Fi está caído.
Es la vía más confiable porque se mantiene activa ante:
Los sistemas más modernos usan Wi-Fi + red celular en simultáneo. Esto significa que la central siempre elige automáticamente la vía disponible.
Ventajas:
Cada alarma envía señales en un formato específico para que el monitoreo las interprete correctamente. Esto permite distinguir entre:
El proceso es automático y sucede en segundos:
Es ideal cuando:
La forma en que una alarma se comunica con el monitoreo es tan importante como los sensores. Un sistema con doble vía asegura que la señal llegue siempre, incluso en situaciones críticas.
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