El 80% de los intentos de intrusión se produce por los mismos lugares: puertas, ventanas y accesos secundarios. Proteger correctamente estos puntos es la base de un sistema de seguridad efectivo. En esta guía te mostramos qué revisar, dónde colocar sensores y cómo reforzar cada acceso.
Aunque parezca obvio, la puerta principal es el punto por donde más robos se producen. Allí es imprescindible una doble capa de seguridad.
Las puertas traseras o laterales suelen estar más ocultas, y por ese motivo son uno de los puntos más vulnerables.
Las ventanas bajas, balcones y ventanales son uno de los accesos más frecuentes en viviendas.
No importa si estás en un primer piso o en un quinto: los balcones son un acceso frecuente. Los intrusos trepan, cruzan medianeras o saltan desde balcones vecinos.
Los garajes conectados a la vivienda suelen quedar olvidados y son un punto de acceso crítico.
Un sistema de alarma es efectivo si cubre sus puntos críticos. Puertas, ventanas y accesos deben tener sensores correctos, marcos estables y cámaras estratégicas. En 099 analizamos cada propiedad para diseñar una cobertura real y profesional.
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